Caso 3.- Alimentos
A nuestra oficina llegó una pareja derivada por un centro de orientación familiar, donde habían asistido a terapia de pareja, antes de tomar la decisión de separarse definitivamente. En ocasiones anteriores, él se había ido de la casa, pero sus ausencias duraban poco, ya que el vínculo afectivo entre ambos era fuerte y querían proteger a sus tres hijos adolescentes.
Ambos contaban con asesoría legal y aunque muchas veces intentaron llegar a un acuerdo económico, las posiciones se estancaban, curiosamente por una diferencia no cuantiosa de dinero, dando paso a un nulo grado de avance.
Al llegar a mediación, ambos manifestaron su cansancio y desgaste con el tema legal; las esperas, el tiempo transcurrido y además, el impacto en los hijos iba en aumento, uno de ellos incluso estaba presentando ausencias injustificadas al colegio, porque nadie se hacía cargo de él.
Se trabajó con los padres, en sesiones conjuntas y por separado, y lograron consensuar un acuerdo económico, sólo que ahora, además podían conversar, ya que el objetivo no era el conflicto, sino el buscar lo mejor para sus hijos y también para ellos mismos, pues el desgaste que ambos tenían había minado incluso su salud física. Posteriormente, ambos, por separado, enviaron sus agradecimientos.